Haimen ElTroudi: El caucho espichado como origen de los problemas

A todo el mundo le gusta tener un vehículo reluciente y en buen estado, un reflejo del amor, la dedicación y el empeño que se le pone al cuidado de este miembro mecánico de la familia. 

Pero pocos están preparados para salir de las situaciones engorrosas que pueden presentarse, tal como un caucho espichado.

Los cauchos, también conocidos como llantas, son un elemento fundamental a la hora de pensar en el mantenimiento preventivo del vehículo. También son el elemento más expuesto y propenso al desgaste, por lo que merecen especial atención.

No deberíamos esperar a tener un caucho destruido en medio de la carretera para recordar su existencia, pero si se da el desafortunado escenario en el que esto ocurra, debemos ser muy cuidadosos y reaccionar a prisa para resguardar el vehículo y nuestra propia seguridad.

Posibles complicaciones de un caucho pinchado


Ya sea porque nos encontramos con algún material que dañó la superficie del caucho o simplemente porque este se vació o se despresurizó por el uso y falta de mantenimiento, andar con un caucho espichado traerá consecuencias negativas inmediatas.

La baja presión de los cauchos influye terriblemente en el auto, haciéndole perder agarre y tracción, elevando el consumo de gasolina con cada giro de las ruedas. Cada pisada adicional al acelerador para compensar la falta de tracción será un golpe al tanque de gasolina y a tu bolsillo.

Posibilidad de accidentes


Como vimos antes, el auto perderá tracción y avanzará con mayor esfuerzo mecánico y por otro lado, el caucho dañado restará estabilidad al vehículo alterando el centro de masa del mismo y por ende el centro de gravedad.

Con estas modificaciones indeseadas (y expresamente en contra del proceso del diseño original del vehículo) el desempeño se alejará de los valores óptimos y requerirá un mayor esfuerzo por parte del resto de componentes, como la transmisión y los frenos.

Efectos y mantenimiento


Es sencillo: el auto está desbalanceado si todas las ruedas no están funcionando de la misma forma, bajos los mismos parámetros y especificaciones. Bajo este entorno, la suspensión trabajará con recarga en las ruedas que reciben mayor peso, desgastando los amortiguadores.

Haiman El Troudi recalca que todos los riesgos y consecuencias anteriores pueden evitarse dejando de dar por sentados a los cauchos y su mantenimiento. Una observación preventiva, visitas al taller de alineación y balanceo, y un chequeo constante de presión en todas las ruedas, es suficiente para evitarte malos ratos.


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